Las aves rapaces suelen morir a causa de interacciones directas o indirectas con los seres humanos. Muchas rapaces mueren baleadas o apedreadas en los campos, mientras que otras (sobre todo las nocturnas) mueren envenenadas o atropelladas en carreteras. Sin embargo, en ocasiones las aves sufren heridas no mortales y si son tratadas a tiempo pueden volver a ser liberadas en la naturaleza. Si encuentras un ave rapaz herida contáctate inmediatamente con nosotros para coordinar su traslado a un Centro de Rehabilitación especializado. Mientras menos tiempo pase el ave hasta llegar al lugar donde será tratada más posibilidades tiene de recuperarse por lo tanto no dudes en llamarnos tan pronto te sea posible. Por otra parte, todos los años cientos de nidos son destruidos por actividades forestales o agrícolas, quedando los pichones desprotegidos y con pocas posibilidades de sobrevivir.
Si encuentras un pichón en esta situación llámanos inmediatamente.
Fono contacto: +56 9 883 043 67
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